viernes, 15 de julio de 2016

El Coeficiente De Encantabilidad


Para nadie es ajeno que en las relaciones interpersonales la comunicación no verbal, es tan o más importante que la comunicación verbal. Por ello una sonrisa auténtica, una mirada franca, y una postura adecuada, puede determinar el cómo nos perciben los demás.

En la selección de personal, la sonrisa es uno de los factores que puede ser determinante en la elección o no de un candidato, porque ésta influye en la opinión que el entrevistador se hará del postulante. Es como una carta de presentación.

El psicólogo Jack Schafer en su libro Despierta tu encanto, menciona que “los rostros sonrientes son juzgados como más atractivos y simpáticos y menos dominantes. Una sonrisa transmite confianza, felicidad y entusiasmo, y lo que es más importante, indica aceptación. Una sonrisa aumenta el atractivo de la persona que sonríe… si provocas que la gente se sienta bien consigo misma, les gustarás.”

Sin embargo hay que tener muy presente que mostrar una sonrisa falsa puede traer efectos negativos en la imagen que queremos proyectar, porque se puede detectar casi de manera inconsciente. Guillaume Duchene de Boulogne, neurólogo francés, distinguió que una sonrisa poco genuina solo activa los músculos de los labios y la boca, por lo que aparecen aquí los dientes inferiores visibles, mientras que una verdadera sonrisa activa los músculos que rodean a los ojos, por lo que aparecen patas de gallo y ojos más cerrados. Además la sonrisa falsa aparece demasiado pronto o demasiado tarde.

Otro factor importante para nuestra puntuación final de coeficiente de encantabilidad, es el contacto visual. La autora Flora David en su libro La comunicación no verbal, afirma que el comportamiento ocular es tal vez la forma más sutil del lenguaje corporal.
La mirada tiene un gran impacto sobre el comportamiento social, y un peso enorme en la selección de personal. El contacto visual se asocia con la seguridad, respeto, honestidad y sinceridad.
Las personas tímidas pueden tener en este aspecto más dificultades, pero deben de ensayar el contacto, porque les ayudará a mejorar la calidad de sus relaciones personales y laborales.

Por último se menciona la importancia de una postura adecuada. Según Flora David “la postura no es solamente una clave acerca del carácter; también es una expresión de la actitud”.
Por eso la postura que se adopte en una entrevista laboral también marcará la diferencia entre ser o no considerado para una siguiente fase del proceso de selección. Cuando un candidato se sienta con una postura relajada, los brazos caídos, los pies dando pequeños golpecitos en el piso, puede ir en su contra, ya que denota aburrimiento.

 Para aumentar el Coeficiente de Encantabilidad se sugiere que:
1.       El saludo se dé con un cordial apretón de manos.
2.       Se hable con la mirada, mire a su interlocutor a los ojos, sin ser desafiante, mostrando interés en lo que éste diga y al brindar sus respuestas.
3.       Mantenga una sonrisa amable. Sonríe con naturalidad y calidez.
4.       Tenga cuidado con los gestos inapropiados, morderse las uñas, bostezar, suspirar, mirar el reloj, cruzar los brazos, etc.
5.       Mantenga una postura que denote interés. Respetando los espacios y cuidando la proximidad hacia el interlocutor.
6.       Evita falsear los gestos y las expresiones faciales.

Por Claudia Corvetto Nunes-Curto 
(Gerente General de Selekto Consultores en Recursos Humanos Sac)


viernes, 1 de julio de 2016

MIENTRAS ERES ATÚN NO HAY PROBLEMA


La pasión por el atún está a punto de agotarlo, está al borde de la extinción.


Esta historia tiene dos lecturas diferentes, la del “atún” y la del “pescador”, desde el punto de vista de carrera profesional a todos nos gustaría ser atunes, es decir algo que se demanda, que se busca, consume y necesita.

FANTÁSTICO ¿NO?

Puedes imponer condiciones, negociar en posición de ventaja, esperar a que el teléfono “suene” y contestar de forma displicente.

Mientras eres un ATÚN no hay problema.

Pero en algún momento si no diseñas bien tu carrera es posible que dejes de serlo. Y no te llamará nadie, ni serás importante para el mundo y te costará admitir el por qué hacía tan poco tiempo que eras “importante” y sin embargo ya no lo eres.
O por el contrario te quieres convertir en “atún” porque estas empezando y no sabes cómo hacerlo.

Los atunes también se ajustan a los ciclos de la vida, en algún momento tienes algo que la sociedad demanda pero que con el paso del tiempo deja de ser realidad, y en algún momento las personas tienen algo que la sociedad no valora.

Curioso que a los alevines jóvenes se les pida experiencia para entrar en el “caladero” del empleo y sin embargo a los atunes viejos se les aparque, prejubilen, cuando lo que realmente tienen es experiencia.

Desde el punto de vista del atún todo perfecto salvo que las exigencias del entorno, el estrés, las jornadas maratonianas, etc. acaben con él.

También es interesante el punto de vista del “pescador”, la realidad de las cosas normalmente tiene varias visiones diferentes.
El pescador se ha quedado sin atunes. No hay más atunes que pescar. O lo que es lo mismo ya no hay más oportunidades y ¿Qué puede hacer el pescador?
Tal vez cambiar de tipo de captura, pescar sardinas o salmones o posiblemente tenga que “rediseñar” su barco que estaba pensado para atunes. También analizar nuevas rutas de pesca, negociar la distribución de la nueva pesca, precio de venta…su actividad sigue siendo la misma pero todo lo demás ha cambiado, no pesca lo mismo, ni en el mismo sitio, ni lo vende al mismo cliente y el precio es diferente.
No hay cambios aparentes en su actividad pero al mismo tiempo lo que hace ahora no se parece en nada a lo que hacía antes.

CONCLUSIONES:

Hay un momento en la carrera profesional en el que se es atún, y tienes algo que las empresas quieren comprar, es el momento álgido, pero pasa con el tiempo.

Hay otros momentos en la carrera profesional en el que eres pescador pero te has quedado sin el caladero habitual que te había proporcionado “negocio” durante muchos años y para el que habías desarrollado todo tu know-how.

No insistas en querer seguir pescando lo mismo en los sitios de siempre.

Gestionar correctamente la carrera profesional significa que cuando eres atún, eres consciente de que eres atún durante un tiempo y que ese tiempo seguramente sea efímero. El éxito de la carrera se consigue cuando se trabaja con una mentalidad dual de atún-pescador.

¿Y esto que significa?

Que tienes que transformarte en atún pero con mentalidad de pescador y combinar las dos actitudes, hacer bien lo que haces pero no bajar la guardia y seguir pensando en caladeros futuros o en como pescar cosas diferentes cada día por si lo que estas pescando hoy, llega un día en el que el caladero no existe.
La pregunta de todos los días es: Si mañana se extinguiesen los atunes del caladero en el que pesco ¿Qué podría pescar y dónde?

Debemos de incorporar esta forma de trabajar día a día.

Autor: Fernando Marañon
Director Técnico de Coaching
Selekto Consultores En Recursos Humanos SAC