lunes, 1 de agosto de 2016

CONSTRUYE TU NICHO: CONVIÉRTETE EN VACA MULTICOLOR

Todos estamos peleando por las mismas 
cosas, la competencia es  BRUTAL.

Es el momento de buscar algo diferente que no aporten los demás. Una carrera universitaria y un master, ya no marca la diferencia.

Afortunadamente los jóvenes tienen acceso a la universidad con una facilidad que nunca tuvieron las generaciones anteriores.

De hecho el acceder a la universidad en el pasado, no demasiado reciente, era un privilegio accesible a unos pocos. Lo normal, hace no demasiados años, era que se entrase a trabajar de botones o aprendiz con el bachillerato, y la universidad quedaba restringida a quienes tenían dinero.

Afortunadamente el acceso al conocimiento se ha democratizado y la mayoría de los jóvenes pueden realizar sus estudios universitarios. Sin embargo casi siempre existe una correlación entre cantidad y calidad, y desgraciadamente hoy en día tener una licenciatura significa poco.

Para garantizar el acceso a “conocimientos” más restringidos, surgieron las escuelas de negocio  que con un coste inaccesible al ciudadano normal, restringían un conocimiento que garantizaba el éxito y poder acceder a la cúpula directiva de las organizaciones.

Con el paso del tiempo las escuelas de negocios han seguido una evolución parecida a la universidad, siguen existiendo escuelas absolutamente elitistas por su precio, pero su acceso se ha “democratizado”. Han surgido muchas escuelas de segundo nivel, que  incluso comparten profesorado con las de primer nivel, que con precios más asequibles permiten alcanzar el conocimiento antes vedado a la mayoría.

Esta circunstancia que también es tremendamente positiva por cuanto significa una “democratización” del conocimiento y ayuda al acceso de más personas a la elite directiva. Sin embargo tiene también un efecto secundario y es que ya no marca la “diferencia”.

Tener hoy en día una carrera y un master simplemente te sitúa en la linea salida en posición de “igualdad” pero no marca la diferencia.

Y  los puestos son escasos y las posibilidades hoy en día, cada vez menores. Y entonces ¿Qué hacer?

 CONVERTIRSE EN “VACA MULTICOLOR

¿Qué tienes que pueda ser atractivo en el mercado?
¿En qué eres diferente?

Es el momento de la especialización. La formación generalista te proporciona la uniformidad con los demás y te sitúa en igualdad de condiciones, pero la igualdad de condiciones es simplemente eso
                         
IGUALDAD DE CONDICIONES

Y en el momento actual es más bien poco ¿Qué vendes y quién te lo va a comprar? ¿Qué puedo vender yo, a quién y a qué precio?

Convertirse en vaca morada tiene mucho que ver con el desarrollo de la mentalidad emprendedora, en la situación actual hay dos caminos posibles, convertirse en funcionario o emprender, porque lo que nadie puede hacer es quedarse en el camino sin hacer nada.

Quedarse en la nada  lleva tan solo a ningún sitio. La mentalidad emprendedora es algo que debemos aprender, no está en nuestra “genética” colectiva, estábamos acostumbrados hace tiempo a un sistema paternalista del trabajo por el cual las empresas daban trabajo de por vida.
Hace no mucho, aunque parezca mentira, muchas personas entraban a trabajar en una empresa muy jóvenes y se jubilaban en la misma empresa, sin haber conocido otra realidad.
No, no es un sueño, esto pasaba.
De este sistema “paternalista” en el que la empresa cuidaba de sus empleados, a lo mejor no  pagaban demasiado pero  daban trabajo para toda la vida, pasamos por evolución “natural” a que las personas empezaron a ser  a ser un “factor” de coste y su experiencia ya no añadía valor y vinieron las “prejubilaciones “y se rompió el paternalismo.
Las empresas ponían la fecha de caducidad y los empleados que habían crecido con un sentimiento de protección, empezaron a sentir que la realidad había cambiado pero que no tenían capacidad de reacción.

Y vino la bonanza económica que de alguna forma enmascaró la realidad social que era clara. Las grandes empresas se seguían  desprendiendo  de los  empleados a los 50 años y  los jóvenes acceden a trabajos precarios de forma generalizada y a pesar de la licenciatura y de los master cobran sueldos muy bajos al mes.  

Conclusión, los mayores de cincuenta aún siendo jóvenes no trabajan, y los jóvenes tampoco y los que trabajan tiene salarios que apenas les permiten vivir y consumir que es el mantra de nuestra sociedad, y lo que hace que la rueda del hámster se mueva.

Lo más preocupante sin embargo es que estamos introduciendo una nueva sociedad de castas.  
La casta  de los que tienen trabajo, y la casta  de los que no  lo tienen.

Es una paradoja que en una sociedad dinámica, globalizada, moderna, de cambio constante, en esa sociedad ser funcionario se haya convertido en el sueño y deseo de una gran parte de personas.

Y no se puede seguir subsidiando eternamente, primero porque no habrá dinero suficiente, y segundo porque la gente no quiere subsidios, quiere trabajo.

El proceso ha pillado desprevenidas a muchas personas  porque han cambiado muchas cosas en el entorno de forma muy rápida y sin tiempo de reacción.

 “CONSTRUYE TU NICHO “

Ésta no es una frase, es la solución y en muchos casos es la única solución. Empieza a convertirte en vaca morada, rara sí, pero vende ¿acaso hay otra solución?

Un día tuve una absolutamente gratificante sesión de Coaching de carrera con una joven emprendedora muy segura de sí misma.
Ya desde el principio de la sesión se mostró muy segura de su objetivo y como alcanzarlo. Nada más y nada menos que quería montar una empresa de importación en la Isla Reunión.
Había visitado la isla y hecho una primera prospección de mercado para importar productos españoles (aceite,  jamón y queso) y venderlos allí.
La Isla Reunión que es colonia francesa alberga un poder adquisitivo alto y es muy visitada por franceses a los que les gustan los productos españoles.
Ella pensaba que allí había nicho de mercado
Diseñamos un plan con acciones y metas concretas.
Su convencimiento y entusiasmo eran muy grandes a la vez que un convencimiento claro de que no quería “asociarse “con nadie. “Me gusta hacer las cosas a mi manera y no seria una buena socia de nade ni trabajaría a gusto”.

Estoy convencido de que le irá bien, tiene los fundamentos para el éxito, confianza en sí misma, seguridad, actitud emprendedora y conocimiento de sus propias limitaciones.

Por Fernando Marañón, Director Técnico de Coaching y Capacitación de Selekto Consultores en Recursos Humanos SAC