Hace unos días atrás, tuve la oportunidad de dar una
charla para un grupo de personas que están pasando por un programa de
desvinculación laboral asistida. La charla tenía como finalidad optimizar las
posibilidades de estos profesionales a la hora de presentar una candidatura,
para un determinado puesto de trabajo.
En la actualidad muchas
empresas, están afrontando una etapa de cambios organizacionales y de reducción
de personal. Es por ello que diversas
organizaciones optan por la contratación de un servicio de Asesoramiento para
una mayor empleabilidad para a sus trabajadores desvinculados, La contratación
de este tipo de programas, representa beneficios importantes para la empresa tanto
a nivel interno como externo. Algunos de estos beneficios son:
ü El
impacto positivo en el clima laboral de la organización.
ü La
demostración de consideración hacia la persona que ha cumplido de manera
eficiente con su trabajo.
ü El
generar un impacto menos dañino en los empleados que continúan trabajando, de
manera que no se vea perjudicado su desempeño y motivación.
ü El
cuidado de la imagen pública de la empresa y demostración de una adecuada
responsabilidad empresarial.
Para un trabajador
desvinculado, la etapa de desempleo es uno de los periodos que más estrés y ansiedad
produce, por lo que una asesoría puede ayudar al profesional a superar más
rápido y con menores riesgos esta etapa.
Lo que se sugiere en
estos programas es que el candidato pueda identificar objetivamente qué sabe
hacer, qué le gusta, dónde se siente a gusto, así como la elaboración de un
plan personal, donde identifique sus competencias y las que le faltan
desarrollar. Todo ello hace que el profesional pueda sentirse más seguro de sí
mismo e incluso más motivado, lo que definitivamente se refleja de manera
positiva en las entrevistas de trabajo que tenga.
